De acuerdo al contexto del escrito Joven y Alumno: ¿Conflicto de identidades?, puedo configurar una experiencia o anécdota estudiantil conjugando varias situaciones mencionadas en el relato, estructura que denominé El Look.
A mediados del año 2005 me encontraba estudiando en un colegio ubicado en la comuna de Pirque. No hay muchos colegios en ésta localidad por lo que será un tanto fácil dilucidar el nombre de éste, de igual forma traté de encubrirlo para que no se identifique ningún remoto conocido que pueda ver este escrito tan personal y así no degradar el nombre del colegio, me ceñiré a las reglas establecidas. El nombre es Colegio San Bucólico.
En el año antes mencionado el uniforme y la apariencia era muy importante, significantes que para mí no tenían ninguna importancia, pues creía en la libertad del individuo tanto física como sicológica y personalmente el vestir era un rasgo que nos hace distintos y únicos ya que se relaciona directamente con nuestra forma de ser, mejor dicho nuestra personalidad, además siendo adolecente todo sentimiento de libertad e ideales se hiperboliza.
Todos los días me llamaban la atención por mi ropa de color negro o roja o mis zapatillas etc., etc. Me llevaron esa semana muchas veces a inspectora, me recordaron que el color del uniforme debía ser AZUL MARINO, (como olvidar ese color si me lo recordaba a diario). Fueron tantos los constantes asedios que finalmente llegue una mañana atrasada y con mi cabello totalmente azul, pero no era un azul eléctrico, solo era un uniformado azul marino, obviamente me detuvieron en la entrada y me cuestionaron el teñido a lo cual respondí los mismos argumentos que me dieron toda la semana sobre ese colorcito, lo paradójico fue cuando me dijeron que no podía salir del colegio con el pelo así, me pareció ridículo ya que ellas sabían mejor que nadie que la tintura no se sale con agua, además insistí en el pretexto de que mis padres no se molestaban por mi actitud y me apoyaban porque me querían por lo interior etc. Di todos los argumentos posibles pero como no dio efecto le dije al director que en vez de preocuparse por banalidades como el pelo, podía ocuparse de la intolerancia, la discriminación y las fallas académicas del colegio, me fui al patio, salte la pandereta, llegue a mi casa y me teñí el cabello de negro .
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