Todo comienza en esa sala de clases a esa hora en que cualquier lugar es mejor que tu banco, son las 5 de la tarde y lo único que quieres es salir apuradita del liceo para poder saborear esas sopaipillas con mostaza que como todos los días le compras a la vendedora de la esquina, pero ahí estamos, esperando la llegada de la gorda de la de matemáticas, sí esa gorda que me califico con un 2,0 en la prueba pasada, que cuando pone un pie en la sala no vuela ni una mosca, ni siquiera te atreves a preguntar pues temes a su mirada analizadora que todo lo equilibra en números y operaciones. Pues bien hace su llegada y con esa enorme vozarrón comienza a pasar la lista. Se para y comienza a escribir los ejercicios matemáticos en la pizarra, luego pregunta: ¿alguna voluntaria? Silencio rotundo…un resfriado que arrastraba desde hace tres días me apunto como voluntaria cunado como comencé a toser…
-Gallegos, tal vez usted quiera hacer el ejercicio. Le respondí que no sabia y me dijo-no importa ahora aprenderás. Definitivamente no sabia como hacerlo, sus palabras entraban a mis oídos sordos y no podía interpretar los mensajes que de que emitía esa abultada boca, fue entonces cuando ella perdió la paciencia y dijo: ve a sentarte, si no sabes resolver un ejercicio tan simple jamás llegaras a la universidad. Y ustedes tampoco. Para la próxima semana haré una prueba en la cual tendrán solo dos posibilidades sacarse un 4 o un 7, será solo una pregunta, está de mas decir que deben estudiar.
Comenzó mi calvario matemático, estudie y ejercite durante los siguientes 5 días para preparar mi prueba, debía reivindicar mi imagen ante la gorda y mis compañeras, había quedado como una completa ignorante y eso me bajaba el animo y el autoestima.
Llegó el día del examen y junto a el yo y mis preparados conocimientos para el examen, ni siquiera había podido dormir bien durante esa noche y durante el día no deje de formular supuestos ejercicios en mi cabeza, ya eran las 5 de la tarde y mi profesora como era de costumbre aun no llegaba. Mis compañeras comenzaron a practicar y a comentar lo sucedido en la clase anterior hasta que de pronto la gorda profesora entra en la sala y deja en el banco su enorme cartera llena de chucherías típicas de una anciana ociosa.
-¿quien será la primera? Pregunta.
No se porque sentí que todas mis compañeras reobservaban pero lo corroboré cuando la vaca me apunto y dijo: ¿nuevamente usted gallegos? Por favor, pase, lo haremos rápido.
Con dificultad me desembarace de mi bolso y me dirigí hacia su banco tome asiento y puse mis manos sobre su mesa dispuesta a responder la pregunta que tanto había esperado. Ella me miro desafiante y por fin hablo:
Y qué? Lo logré pude resolver el ejercicio anote mi nombre y la pregunta en un papel, luego anoto mi calificación encerrando aquel siete en un circulo en lugar del nunca querido 4 y me dijo será la próxima semana cuando traspase las notas al libro de clases pues por ahora no tengo el libro. Que pase la siguiente voluntaria.
Que felicidad me había librado de la prueba, había salido airosa del problema y la próxima semana habría reunión de apoderados para examinar las notas parciales.
Una semana después llego en casa, recibo a mi madre que viene llegando de la reunión con mi profesora y me muestra el papel de las notas parciales, quise darle una ojeada casi por inercia al documento y es aquí cundo me encuentro con ese cuadro rellenado por un cuatro en lugar del 7 que por tantote esforcé, ardía en ira, pero me contuve sabía que tendría la oportunidad de arreglar el mal entendido con la gorda al día siguiente.
Viernes por la mañana me dirigí a primera hora a su oficina, me hace pasar y muy calmadamente le explico el problema, pero ella se altero y me dijo que no podía solucionarlo enseguida que ella estaba muy ocupada para solucionar algo que carecía de importancia, que lo veríamos durante la semana. Me entristeció mucho, pero espere hasta su clase. Y cuando se presento la ocasión insistí sin conseguir por parte de la gorda alguna solución. Ella me dijo que si no tenia pruebas de mi calificación yo no podía hacer nada, que la manera en como yo l había abordado era una falta de respeto a su tiempo y que esto sería una lección. No quiso revisar sus documentos y me quede con ese injusto 4.
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